Los partidos separatistas intentarán una última investidura imposible antes de pactar para evitar elecciones
Los partidos separatistas van a intentar una última investidura imposible antes de pactar para evitar elecciones. El plan ha empezado ya y se plasmará a lo largo de las próximas semanas. La baza con la que jugarán los partidos separatistas y, en especial, JxCAT, será la de volver a impulsar un intento de investir a Jordi Sánchez. Pero, eso sí, y ante la exaltación de las calles, volverán a realizar un acto de apoyo simbólico a Carles Puigdemont para, tras confirmar la imposibilidad de llevarlo a cabo, plantear efectivamente el nombre de Jordi Sánchez como candidato y con el argumento de que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha defendido el ejercicio de sus derechos políticos.
En el caso de Puigdemont, la escenografía ya ha comenzado. La recogida de apoyos y el intento de solicitar su libertad condicional en Alemania para argumentar la posible investidura en esa situación forman parte de este plan. Pero, sea como sea, Alemania ha dado garantías a España de que tramitará el envío a la Justicia española sin dilaciones y, además, es reiterada la postura de la Fiscalía y del Tribunal Supremo contraria a la investidura de una persona en esta situación procesal. Especialmente cuando la fuga ya se ha confirmado como criterio para aplicar un tratamiento cautelar severo a Puigdemont y cuando, su posible investidura, permitiría, además, un segundo riesgo: el de la destrucción desde dentro de la Generalitat de materia probatorio.
A partir de ahí, volverá a ser el turno de Jordi Sánchez, el expresidente de la ANC. En este caso, los separatistas esgrimirán el documento del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidos como aval para que Sánchez sea investido. Pero lo cierto es que ese documento no es vinculante y el Gobierno, además, ya ha dejado claro que no piensa presionar a nadie en la dirección de las indicaciones del Comité porque “la Justicia es independiente” y todas las decisiones observadas hasta ahora han sido judiciales.
Descartan así a Puigdemont
Para Junts per Catalunya la apuesta es Jordi Sánchez, que no consiguió someterse al debate de investidura ya que se suspendió horas antes por falta de apoyos. Los junteros descartan así por el momento a Carles Puigdemont, su candidato, a quién guardan en la recámara con su acta de diputado por si hace falta investirle meses más tarde. Pero algunos compañeros de candidatura empiezan a estar cansados de él, posición bien distinta a la de los independenistas en la calle, que reclaman investir al ex presidente. Y eso puede crear un nuevo conflicto entre partidos y movimientos callejeros.
Tanto a ERC como a Junts per Catalunya la idea de ir a elecciones les disgusta cada vez más. Creen que es difícil mantener la participación de las últimas elecciones y, su actuación de las últimas semanas, daría mas ventaja a la CUP, que podría aumentar ligeramente su resultado electoral. Y la CUP, una vez más, será necesaria para cualquier investidura si no renuncia a su escaño Toni Comín, algo a día de hoy muy improbable. Sin un voto de los antisistema, la investidura no sale adelante. Y ellos solo quieren investir al preso Puigdemont.
Otra punto relevante es que desde hace días, y tras los últimos encarcelamientos, la distancia entre JxCAT y ERC es cada vez mayor. Los dirigentes de las dos candidaturas prácticamente ni se hablan y en la mesa del Parlament, hay tensión entre los miembros de Esquerra y los miembros de Junts per Catalunya.
Tras el encarcelamiento de Puigdemont, aseguran desde su entorno que tampoco han recibido grandes muestras de apoyo de sus compañeros republicanos. Con un clima de desconfianza mutua, con una ERC más prudente y un JxCAT más radical, el diálogo para llegar a un acuerdo es cada vez más inexistente. Salvo para una cuestión, evitar unas elecciones y amarrar el poder y resultado electoral actual.